per Rosana Medina Ramírez
El marco de la prevención y
educación emocional ha sido siempre olvidada, o al menos dejada a un lado por
ser considerada menos importante. Tan solo hace unos años la gente ha empezado
a concienciarse poco a poco de la gran importancia que puede llegar a tener, y
por lo tanto se han puesto en marcha diferentes formas para fomentarlo, con el
fin de proporcionar una formación integral de las personas, en lugar de destacar
únicamente los aspectos académicos.
Según Bisquerra (2000) la
educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que
pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento
esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la
finalidad de aumentar el bienestar personal y social.
El objetivo de la educación
emocional debe estar centrado en el desarrollo de las diferentes competencias
emocionales, que según el grupo de trabajo GROP (Grup de Recerca en Orientació
Psicopedagògica) de la Universidad de Barcelona serían: la conciencia
emocional, la regulación de las emocionales, la autoestima, las habilidades de
vida y bienestar y la inteligencia interpersonal. Para ello, se han creado
diferentes programas, fundamentados siempre en un marco teórico; el problema es
que se desarrollan a nivel teórico, pero en la praxis existen ciertas
dificultades: se necesita profesorado preparado para poder aplicarlo, además de
materiales específicos y diferentes formas de evaluarlos. Además, en algunos
casos la práctica se centra casi de forma exclusiva en el área cognitiva y
conductual, o bien existe una separación excesiva entre la parte afectiva y la
cognitiva, impidiendo con ello el desarrollo global de la persona.
Estos programas se crean con el
fin de dar respuesta a una serie de necesidades sociales que no quedan
cubiertas por la educación formal, y teniendo en cuenta además que podríamos utilizar la educación emocional como forma de
prevención primaria inespecífica para evitar el aumento de comportamientos de
riesgo sobre todo en adolescentes, más aún si nos olvidamos del enfoque
terapéutico y nos centramos en el crecimiento y desarrollo de las personas en
la línea de la psicología positiva. Una propuesta interesante de
programa de intervención en este ámbito es el PACEMO (Programa educativo de crecimiento
emocional y moral), de la Universidad de Navarra, el cuál fomenta no sólo el
desarrollo emocional sino también el moral. Podréis encontrarlo en la siguiente
página web:
Por último, me gustaría dejar
constancia de dos ideas básicas: en primer lugar,
recordar que la mayoría de programas están dirigidos al ámbito educativo, y es
en éste en el que más se hace hincapié para que se lleven a cabo y se le dé
cada vez más importancia en colegios e institutos, así como en cualquier
institución dedicada a la enseñanza. Sin embargo, no debemos olvidar que en el
entorno familiar también se deben fomentar estas habilidades. Por otro lado, la mayor parte de
la investigación sobre el tema se centra en niños y adolescentes, pero bien es
cierto que muchos adultos y personas mayores tampoco han sido educados de forma
correcta en este aspecto por diversas causas, y que también se debería
investigar en estas edades, ya que tiene la misma importancia el desarrollo
emocional en los niños como en los más mayores, creando también programas para
ellos.
Para quien pueda interesarle este tema, dejo un artículo de una revista
electrónica donde tenéis información, así como un programa de educación
emocional en adultos y personas mayores desarrollado por la Universidad
Autónoma de Madrid:
Os adjunto también una página web
de inteligencia emocional donde podéis encontrar test, casos, artículos,
seminarios y talleres, etc.:
Referencias:
·
La
importancia de la educación emocional en la familia. Revista online.
Consultado 01/03/13 en http://www.psicorevista.com/category/hijos
·
Pérez-López B., Fernández-Pinto I.,
Márquez-Gonzalex M. Educación emocional
en adultos y personas mayores. Consultado 01/03/13 en http://www.investigacion-psicopedagogica.org/revista/new/ContadorArticulo.php?249
·
Bisquerra Alzina R. Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de
Investigación Educativa, 2003, Vol. 21. Consultado 01/03/13 en http://www.doredin.mec.es/documentos/007200330493.pdf
·
Educación
en valores y educación emocional: propuestas para la acción pedagógica.
Revista Electrónica Teoría de la Educación. Consultado 01/03/13 en http://campus.usal.es/~teoriaeducacion/rev_numero_10_02/n10_02_buxarrais_martinez.pdf
Iriarte Redín C, Alonso-Gancedo N, Sobrino Á. Relaciones entre el desarrollo emocional y
moral a tener en cuenta en el ámbito educativo: propuesta de un programa de
intervención. Consultado 01/03/13 en http://www.investigacion-psicopedagogica.org/revista/articulos/8/espannol/Art_8_100.pdf
Estoy de acuerdo con lo comentado en este artículo. En mi opinión, la educación emocional en el ámbito educativo debería ser muy importante.
ResponEliminaPienso que los mismos profesores podrían ser los que fomentasen el desarrollo de la conciencia emocional, la regulación de las emocionales, la autoestima, las habilidades de vida y bienestar, y la inteligencia interpersonal. Se les debería dotar de ese tipo de competencias durante la formación.
Existe un vídeo-documental llamado "Pensando en los demás" sobre un profesor llamado Toshiro Kanamori que trata todos estos temas de manera natural en el aula. Es un vídeo cargado de sentimientos, de empatía, de amistad y de aprendizajes, y pienso que es un buen ejemplo de educación emocional.
Transmite la idea de que es posible llevar este tipo de educación a las aulas, dónde por encima de saberse las tablas de multiplicar y hacer los deberes está pensar en el otro, saber cómo se siente uno mismo, madurar y crecer como personas.
Dejo el enlace del vídeo (esta es la primera parte al finalizarla da la opción de continuar con las demás, en total son 5): https://www.youtube.com/watch?v=Pb_ZJ_xnx6I&list=PL7ABF82A80C7E9E24